El parto humanizado es un conjunto de acciones y procedimientos que buscan reajustar el proceso del nacimiento, volviendo la autonomía del parto a la mujer, con una propuesta menos intervencionista y más respetuosa, fundamentando las buenas prácticas en evidencias científicas que traen beneficios a la madre y al bebé desde un punto de vista físico y emocional.

Al contrario de lo que mucha gente piensa, el parto humanizado no es sinónimo de parto doloroso, parto en la bañera o parto en casa. Es un respeto por la fisiología del cuerpo femenino y por la voluntad de la mujer en la forma y el lugar donde se siente más confiada y segura para dar a luz.

El parto humanizado no es la búsqueda del parto vaginal a toda costa. Es traer verdades… es romper mitos y miedos que durante mucho tiempo llevaron a las mujeres a ser sometidas a cesáreas innecesarias. Por encima de todo, es un parto seguro, asistido por profesionales capacitados y alineados que trabajan en un equipo multidisciplinario, cada uno ejerciendo su rol con excelencia y brindando a esa mujer una experiencia de parto positiva.